La filosofía de mi trabajo no es tanto copiar detalladamente algún modelo histórico, sino más bien entender la idea básica de las distintas escuelas, y saber qué tipo de acústica perseguían los maestros del pasado.

Con el estudio organológico de las técnicas y de los modelos históricos, estoy en posición de entender y llevar a cabo reconstrucciones muy cercanas a los originales.

Los instrumentos que me sirven de fuente principal de inspiración son fundamentalmente aquellos que han sobrevivido sin apenas alteraciones o con un proceso de alteración bien documentado y que además formaron parte de los centros principales de la actividad musical (París, Nápoles, Hamburgo, etc.).

La selección de las maderas es uno de los puntos más importantes del proceso. Compro la madera para las cajas -álamo y pino- en aserraderos de la vertiente Norte del Sistema Central (Segovia principalmente) en forma de tronco y a ser posible talados en “el menguante” de Enero o Febrero, que luego me cortan de una forma muy específica, para maximizar la estabilidad de las tablas. A esto le sigue un proceso de “secado al aire” no inferior a cinco años. Esto es la garantía de que el instrumento no se deformará o agrietará cuando se vea sometido a las condiciones de sequedad que suelen ser comunes en los hogares, aulas de conservatorios y teatros.

Los frutales –nogal y cerezo- que, como hacían en el pasado, uso para los puentes provienen también de bosques españoles. El haya y el roble para los clavijeros son generalmente franceses, y el abeto para las tablas de resonancia viene de la Selva Negra y de Austria.

Con un control riguroso de las materias primas y llevando a cabo personalmente cada una de las fases del proceso, me aseguro de que cada instrumento tiene una atención y un carácter distintivo, y esto es lo que convierte a mis claves en verdaderos productos artesanales.

Desde el inicio de mi carrera, allá por 1.986, la restauración de instrumentos antiguos ha ocupado una parte importante de mi actividad. A ella debo un conocimiento de primera mano de muchas de las técnicas constructivas del pasado que utilizo en mi trabajo diario, además de ser un testimonio acústico-histórico insustituible.

La decoración

El clave, además de una herramienta musical, es un objeto visual. Hoy en día la mayoría de los clientes prefiere una decoración de colores sólidos y líneas sencillas, en contraposición a la estética del barroco.
Ofrezco pues una decoración sobria y elegante, con la que uno se pueda sentir cómodo, y como alternativa, una decoración más historicista.

Cuento con un artista-decorador para realizar las decoraciones extra en la tabla de resonancia y en el interior/exterior del instrumento.

Vídeo

Te invito a visualizar este vídeo con el que conocerás mejor mi taller.